El catedrático Ramón Zallo carga contra una propuesta que deja un audiovisual comunitario al que “no se le permiten medios para sobrevivir más allá de la mendicidad”.
El digital “Sin Permiso” publica una entrevista a Ramón Zallo, Catedrático de Comunicación Audiovisual en la Universidad del País Vasco, sobre el proyecto de Ley General de Comunicación Audiovisual.
La periodista Ana Jorge indaga en el pensamiento de este experto sobre este controvertido proyecto que parece al servicio de las grandes empresas de la comunicación.
Zallo
señala que si la propuesta generara “solo un problema de visión
mercantilista de la comunicación o de ineptitud de los gestores
públicos el proceso sería corregible. Apuntas bien que el problema
es más de lo que queda de esfera publica, que si hace tiempo ya era
presa de los agentes dominantes en el mercado privado de la
comunicación (a su vez vinculadas a las altas esferas económicas) y
de las regulaciones públicas subordinadas a dicho mercado, ahora, en
la era digital, se ha escalado varios peldaños más hacia su
desaparición. Las plataformas audiovisuales, a escala casi
universal, apuestan por la eliminación del debate público y la
absorción de la nueva esfera pública que se había generado con los
ciberhogares activos y sin intermediaciones mediática. La esfera
pública ha pasado, por un lado, a ser gestionada por la economía de
la atención y de la adicción desde preferencias conducidas por
estímulos y, por otro, a ser crecientemente federalizada en torno a
emociones y populismos retrógrados a costa de la racionalidad, la
privacidad y de los valores”.
Asimismo, considera que el
proyecto “bendice la concentración mediática vigente en radio,
televisión –lineal y no lineal- y plataformas; el derecho a la
participación no está y eso que es un mandato constitucional; el
inadecuado –Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia-
órgano regulador queda opacado por las funciones que se reserva el
Gobierno; se apuesta por la ausencia de centralidad para los
servicios públicos que, si en el caso de RTVE, sigue con un modelo
financiero obsoleto e inestable, en el caso de los canales públicos
autonómicos, no aparecen como partícipes del cambio digital ni de
sus nuevas rentas; a la RTV comunitaria no se le permiten medios para
sobrevivir más allá de la mendicidad; la regulación publicitaria,
así como la de protección de menores son peores que la ley vigente;
la “prominencia” (visibilidad) en los catálogos y presentación
programaciones de obras europeas y de programas de servicios públicos
o en lenguas minoritarias no se desarrolla como tampoco se desarrolla
lo que conlleva la diversidad; las cuotas de pantalla y de
financiación para obras europeas se queda en el escalón de mínimos
por miedo a las plataformas; los servicios de intercambio de videos
están mal regulados y escapan a múltiples obligaciones posibles;
hay unas cuantas invasiones competenciales pero lo peor es que no se
hace partícipes a las CCAA de derechos en torno a los cambios
tecnológicos (reserva de dominio publico en el 4G y 5G) y a la
auto-regulación audiovisual; en lo que respecta a lenguas
minoritarias no hay compromisos porcentuales en cuotas de pantalla ni
de financiaciones de plataformas, televisiones en abierto ni RTVE con
lo que su desaparición de las pantallas continuará y se agravará
más allá de los nichos donde se han refugiado”.
Entrevista completa en: https://www.sinpermiso.info/textos/la-ley-audiovisual-bendice-la-concentracion-mediatica-entrevista-a-ramon-zallo