Publicamos la columna que fue silenciado por la emisora Radio Club Tenerife y que refiere la desvergüenza de la última declaración de un exdirector del diario “El País”.
A través de su cuenta de Twittwer el periodista Samuel Toledanoha comunicado que deja de colaborar con la cadena SER en Canarias por la censura ejercida por esa emisora al silenciar uno de sus colaboraciones.
Toledano, que es profesor de la la faculta de Periodismo de la Universidad de La Laguna y ocupara distintas responsabilidades en el sindicato Unión de Profesionales de la Comunición de Canarias (UPCC), miembro de la FeSP, manifiesta en ese mensaje: Dejo de colaborar con @radioclubSER. Lugar de grandes profesionales pero, por desgracia, una emisora local que me censura por criticar la propaganda diseñada por los globales intereses de los dueños de @el_pais (lo confesó Antonio Caño)
Para no contribuir a ese ejercicio de censura publicamos el contenido de la columna silenciada hace unos días; aunque sabiendo que este es el pan diario en muchos medios españoles. Pueden leerla aquí:
“Hace ya tiempo que el mito del ‘cuarto poder’ se rompió en pedazos. Lejos queda ya la idea de que el periodismo debe velar por el funcionamietno de los tres poderes. Lejos, porque hay otros poderes que no son democráticos, y que tienen conexión directa con los otros tres.
Es el llamado ‘stablishment’, el sistema, el conjunto de actores que,gracias a su control de los medios de comunicación,han convertido el periodismo en un excelente órgano de propaganda. En cierta medida es el nuevo primer poder, los llamados mercados financieros, como ente abstracto que esconde detrás a multinacionales tecnológicas, energéticas, alimentaria, textiles, de trasnporte y un largo etcétera. Y el cuarto poder. No solo se rinde a ellas, sino que forma parte de ellas.
Por eso no debe extrañar que el perro guardián que era ‘El País’ se haya convertido en este perrito, mitad peluche, mitad plástico, que balancea afirnativamente su cabecita en la parte trasera de los coches. Lo dijo uno de sus últimos directores, afirmando que su misión era evitar un pacto del centro con la izquierda. Por el bien de España. Y con la excusa de una línea ideológica neoliberal, escondida, muy escondida, debajo de su lema: El diario independiente de la mañana. Todo liberal, neo, y todo legal, muy legal. No hay delito que un periódico tenga como misión fundamentañ defender unos intereses políticos… con un matiz: Eso no es periodismo, eso es propaganda.”