El Papa vuelve a advertir al periodismo: «Hay que tener cuidado de no cambiar la esencia de la realidad», para evitar «la desinformación, la calumnia, la difamación y la coprofilia».
El Papa Francisco ha vuelto ha hablar de información y comunicación. Lo ha hecho en una entrevista con la agencia argentina Télam en el transcurso de la cual destaca cómo puede ocurrir que los medios utilicen «una frase fuera de contexto» y hagan decir «lo que no has querido decir».
Por ejemplo, con la guerra -observa-, hubo toda una polémica por una afirmación mía en una revista jesuita: Yo decía que “aquí no hay ni buenos ni malos” y expliqué por qué. Pero ellos mismos tomaron esta declaración y dijeron: «¡El Papa no condena a Putin!»”.
La realidad, explica el Pontífice, “es que el estado de guerra es algo mucho más universal, más grave, y no hay buenos y malos. Todos estamos implicados y esto es lo que tenemos que aprender”.
Luego, respondiendo a los «pecados de la comunicación», Francisco recuerda: “Lo dije por primera vez en una conferencia en Buenos Aires cuando era arzobispo. Se me ocurrió hablar de los cuatro pecados de la comunicación, del periodismo.
En primer lugar, «desinformación: decir lo que me conviene y callarme el resto. No, dilo todo, no se puede desinformar». En segundo lugar, «la calumnia. Inventan cosas y, a veces, destrozan a una persona con una comunicación».
En tercer lugar, la difamación, que no es calumnia, sino que es como atribuir a una persona un pensamiento que tuvo en otro tiempo y que ahora ha cambiado. Y para el cuarto pecado utilicé la palabra técnica ‘coprofilia’, es decir, el amor a la caca, el amor a la suciedad. Es decir, intentar enturbiar, buscar el escándalo por el escándalo”.
Para Bergoglio, los medios de comunicación deben “tener cuidado de no caer en la desinformación, la calumnia, la difamación y la coprofilia. Su valor es expresar la verdad. Estoy diciendo la verdad, pero soy yo quien la expresa y pongo mi parte en ella. Pero aclaro bien lo que es mío y lo que es objetivo. Y te lo paso. Y debemos tener cuidado de que la comunicación no cambie la esencia de la realidad”, ha señalado.