Más de 600 de ellos lanzaron un movimiento de huelga en 33 empresas de Ille-de-France para denunciar su “sobreexplotación”.
El pasado martes 17 de octubre, más de 600 trabajadores indocumentados lanzaron un movimiento de huelga coordinado en 33 empresas de Île-de-France para denunciar su «sobreexplotación» y exigir su regularización con el apoyo de la CGT.
Veinticuatro horas después del inicio del movimiento, casi la mitad de los huelguistas obtuvieron un CERFA, (un formulario de solicitud de permiso de trabajo), que es el primer paso para firmar un contrato de trabajo y garantizar sus derechos.
Los trabajadores de la construcción, la logística, los residuos, la limpieza, la distribución, etc., viven a diario múltiples discriminaciones en sus empresas. Sus condiciones de trabajo son sistemáticamente degradadas y sus contratos de trabajo precarios (trabajo temporal, extras, trabajo por cuenta propia).Estos trabajadores, por no tener papeles, están excluidos de los convenios colectivos y de los derechos sociales.
Para Gérard Ré, miembro de la oficina confederal de la CGT que acompaña a los huelguistas en su movilización del martes declaró: «Luchar para obtener la regularización de su situación significa luchar por sus derechos, para que puedan trabajar en condiciones dignas. Porque no tener papeles significa estar a merced de los empleadores. En este contexto, prevalece la voluntad del patrón frente a legislación laboral y convenios colectivos, lo que resulta en condiciones de trabajo deterioradas e inaceptables.»