Con la presencia de Oihana Goiriena, esposa de González, se puso de relieve los peligros para la democracia de la injusta reclusión de ambos.
La emisión de la película The trust fall: Julian Assange (2023), del australiano Kym Staton, y el testimonio de Oihana Goiriena, esposa del periodista Pablo González, encarcelado en Polonia, pusieron de manifiesto ayer a la terrible e injusta situación que ambos están sufriendo. Tanto la proyección del filme como la intervención de Goiriena se realizaron en el marco del XX Festival del Cine de Derechos Humanos de Barcelona, en los cines Texas. La película es un documental de dos horas que recoge testimonios de todo tipo –periodistas, abogados y juristas, políticos, activistas por los derechos humanos, altos cargos de Naciones Unidas, y también familiares– que dejan patente la persecución de que es objeto el fundador de Wikileaks, Julian Assange. Todas las personas que salen aportan datos de la injusticia que supone su encarcelamiento y las durísimas condiciones de reclusión que está sufriendo en la cárcel británica de Belmarsh.
Pau Pérez, profesor y psiquiatra experto en tortura psicológica, que pudo visitar a Assange en prisión, aportó datos sobre su estado de salud y no dudó en acusar a las autoridades estadounidenses y británicas de «tortura psicológica» hacia Assange. Lo ha hecho tanto como uno de los testigos que salen en la película, como ayer, en la mesa redonda posterior a la proyección del filme. Los diferentes testimonios que salen defienden la condición de periodista de Assange –lo que desde algunos sectores se ha querido negar– y que la persecución y voluntad de destrucción personal del fundador de Wikileaks sólo responden a querer silenciar el periodismo crítico, con información veraz y contrastada sobre las acciones que los gobiernos –especialmente EEUU– quieren esconder a la opinión pública.
Oihana Goiriena, por su parte, en la mesa redonda posterior a la proyección del filme, narró también las duras condiciones en las que está recluido en Polonia su marido, en régimen de aislamiento al ser considerado un preso peligroso. Se le han restringido a la mínima expresión las visitas, como lo demuestra el hecho de que en los 21 meses que lleva encarcelado Oihana sólo ha podido visitarlo en dos ocasiones. Tampoco se le permiten llamadas y sólo el abogado puede visitarlo. Oihana se quejó del poco o nulo apoyo de algunos de los medios para los que trabajaba González, que no han expresado ni la menor queja por su detención. El hecho de que Pablo sea freelance probablemente sea la causa de que estos medios ahora no quieran saber nada de quién trabajaba para ellos.
En su intervención en la mesa redonda, el presidente del Sindicat de Periodistes de Catalunya (SPC), Francesc Ràfols, afirmó «sentirse golpeado por las imágenes y los testigos recogidos en la película». Trasladó también a Oihana Goiriena la solidaridad y el apoyo del SPC a Pablo, como también lo hizo la vicesecretaria general de la Federación de Sindicatos de Periodistas (FeSP), Elena Tarifa, igualmente presente en el acto. Ràfols reiteró el compromiso del sindicato en la lucha por la denuncia por la situación que están sufriendo Assange y González y por exigir la inmediata liberación de ambos.
La lucha por la libertad de Julian Assange, a nivel internacional, está centralizada en la web www.freeassangeemergencytoolkit.com donde se detallan las diferentes movilizaciones que existen en todo el mundo, así como las últimas noticias sobre el caso. En Barcelona está previsto realizar en las próximas semanas una concentración ante el consulado del Reino Unido en la capital catalana para mostrar el rechazo a la situación que está sufriendo Assange y para reclamar su puesta en libertad.