La FIP señala que estas denuncias ponen en grave peligro sus vidas y convierte a los medios de comunicación en blanco de sus ataques.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han señalado que seis periodistas que trabajaban activamente para “Al Jazeera” son miembros de Hamás y de la Jihad Islámica Palestina (PIJ); además ha revelado sus nombres: Anas Al-Sharif, Alaa Salama, Hossam Shabat, Ashraf Saraj, Ismail Abu Amr y Talal Aruki. También han publicado su fotos y los han etiquetado como “terroristas de Hamás y la Yihad Islámica”.
La Federación Internacional de Periodistas (FIP) y su afiliada, el Sindicato de Periodistas Palestinos (PJS), han condenando esta estrategia israelí de difamar a los periodistas de Gaza con acusaciones no probadas de ser cómplices del terrorismo que ponen en peligro sus vidas. La FIP ha hecho un llamamiento a la comunidad internacional para que abra una investigación sobre los ataques y asesinatos sistemáticos de periodistas por parte de Israel y para que intervenga de inmediato para proteger a los periodistas palestinos en Gaza.
La cadena catarí ha rechazado las acusaciones e indicado que «se basan en pruebas fabricadas y pueden servir como pretexto para más violencia contra los periodistas».
Tras el cierre de la oficina de “Al Jazeera” en Ramala, Amnistía Internacional acusó a las autoridades israelíes de «otro ataque descarado contra el derecho a la libertad de expresión» y de dar un «golpe demoledor» a la libertad de prensa. Al Jazeera es uno de los canales con mayor despliegue y periodistas en la Franja, adonde el Gobierno israelí no permite el acceso a la prensa internacional.
El secretario general de la FIP, Anthony Bellanger, ha declarado: “Estas acusaciones ponen en grave peligro la vida de nuestros seis colegas y convierten a los profesionales de los medios de comunicación en blanco de ataques.
Condenamos enérgicamente las acusaciones no probadas de las Fuerzas de Defensa de Israel, que son aún más inquietantes teniendo en cuenta la terrible cantidad de periodistas que ya han sido asesinados en Gaza y la creencia generalizada entre los trabajadores de los medios de comunicación de que están siendo objeto de ataques. Reiteramos que las plataformas tecnológicas internacionales que publican estas acusaciones y mensajes de odio deben tomar las medidas adecuadas para eliminarlos”.