El comité de empresa denuncia que la dirección ha tomado, de forma clara, posiciones en la actual conflicto de liderazgo del PP despreciando la obligada objetividad.
El comité de empresa de Radio Televisión Madrid (RTVM) denuncia la “falta de independencia” de la dirección de la cadena al mostrar su posicionamiento “al servicio” del Gobierno de la Comunidad de Madrid en la crisis desatada en el seno del PP.
En un escrito al que ha tenido acceso Nuevatribuna, los trabajadores de Telemadrid relatan que el pasado 17 de febrero, día en que estalló la crisis en el PP, la dirección de RTVM decidió continuar con su programación habitual emitiendo un programa de cocina en lugar de programar un especial informativo como estaban haciendo el resto de cadenas, para seguir los acontecimientos que se estaban sucediendo, e “incumpliendo una de las principales obligaciones del servicio público de comunicación audiovisual que presta a la ciudadanía”.
A partir de ese momento y ante la avalancha de informaciones “el posicionamiento de la cadena en el conflicto fue claro y decidido a favor de la presidenta Isabel Díaz-Ayuso y en contra de los principios fundamentales del Servicio Público al que se debe: informar con objetividad, veracidad e imparcialidad”, afirman.
El comité de empresa que integran que integran CCOO, UGT y CGT, denuncia que la cuenta de Telemadrid en Twitter se hizo eco de mensajes de WhatsApp que llamaban a concentraciones ilegales en la sede del Partido Popular en apoyo de Ayuso.
Además, desde distintas cuentas personales en redes sociales de responsables de la dirección de Informativos se ha mostrado el apoyo a Díaz-Ayuso. Entre ellos el jefe de Nacional, José Ignacio Barrero, o el subdirector de Informativos de Telemadrid, Javier Gálvez, con dos tuits del domingo 20 de febrero, respaldando las concentraciones en la sede de Génova 13 y publicitando a un medio privado, Okdiario; u otros, en los que defiende las declaraciones de Vox o aclarando que las supuestas comisiones del hermano de Ayuso por el contrato de mascarilla en plena pandemia «eran 55.850€ no 280.000€».
