La justicia de ese país aporta garantías de que no le aplicarán la pena de muerte ni sera perseguido por su nacionalidad. Nueva audiencia el 20 de mayo.
La posibilidad de que Julian Assange pueda ser extraditado a Estados Unidos se reabrió luego de que funcionarios estadounidenses enviaran garantías a las autoridades británicas de que no lo enfrentaría la pena de muerte ni sería perseguido por su nacionalidad, y de que podría acogerse a las protecciones de la Primera Enmienda.
Las garantías fueron el último giro en una prolongada batalla legal sobre la extradición de Assange, quien ha sido imputado por Estados Unidos por violar la Ley de Espionaje al publicar documentos clasificados. Esto se produjo luego de que el presidente Biden comentó la semana pasada que su gobierno estaba considerando una petición de Australia, país de origen de Assange, para que se le permitiera regresar allí, lo que generó especulaciones de que EE UU podría estar replanteándose el caso.
En una carta dirigida a la cancillería británica, la embajada estadounidense en Londres afirmó que Assange, quien es australiano, “no se verá perjudicado por su nacionalidad”, y prometieron que, en caso de ser extraditado, tendría la posibilidad de solicitar “los derechos y protecciones que le otorga la Primera Enmienda”. La embajada también señaló que en su caso “no se solicitaría ni se impondría” la pena de muerte.
Stella Assange, la esposa de Assange, ha dicho que “La nota diplomática no hace nada para aliviar la extrema angustia de nuestra familia sobre su futuro: su sombría expectativa de pasar el resto de su vida aislado en una prisión de EE. UU. por publicar periodismo que ha sido galardonado. El gobierno de Biden debe retirar esta peligrosa acusación antes de que sea demasiado tarde”.
En su fallo del mes pasado, los jueces británicos dijeron que habría una audiencia el 20 de mayo, una vez presentadas las garantías, para decidir si eran “satisfactorias” y así poder tomar una decisión final sobre la capacidad de Assange para apelar su extradición.
El primer ministro de Australia, Anthony Albanese, ha hablado públicamente sobre la posibilidad de discutir el caso de Assange con Biden y le ha instado a considerar la liberación de Assange. El Departamento de Justicia de EE. UU. declinó hacer comentarios sobre las últimas garantías en el caso de Assange.