Los sindicatos de la FEP, entre ellos la FeSP, han compartido buenas prácticas sobre la seguridad en los medios e iniciativas de éstos, sindicatos y Estados sobre la seguridad de periodistas y en sus organizaciónes.
El periodismo ahora más que nunca puede ser una profesión de riesgo por naturaleza, pero parece que los y las periodistas rara vez anteponen su seguridad a sus historias. La pandemia por Covid-19, y más recientemente la guerra en Ucrania, han mostrado la importancia de las medidas para garantizar la salud y la seguridad de los y las periodistas. Y a pesar de la creciente preocupación de empleadores, sindicatos y organizaciones específicas, hay actualmente multitud de periodistas en toda Europa bajo presión y en entornos laborales inseguros sin las medidas ni políticas de protección adecuadas. De hecho, la seguridad de los periodistas se ha convertido en un tema clave para la profesión y para la sociedad en general a la vista de la dramática situación de los profesionales de los medios en Ucrania primera línea donde decenas de periodistas han sido asesinados en el país en 2021 y 2022 y otros muchos viven con el miedo diario de ser secuestrados o detenidos.
Pero la seguridad va más allá de estas preocupaciones esenciales sobre la vida y la muerte y en entornos de guerra: en todos los países de Europa, los y las periodistas también se enfrentan a amenazas diarias como acoso, presiones legales a través de las llamadas demandas estratégicas o lawfare o al ciberacoso, entre otras muchas. La seguridad de los y las profesionales del periodismo despierta sin embargo muchos interrogantes ¿dónde radica el deber de diligencia o acción? ¿Quién es responsable de la salud y la seguridad de los y las periodistas? ¿Cómo pueden los periodistas lograr el equilibrio entre el trabajo y la vida personal en una era cada vez más digital? ¿Se pueden producir noticias las 24 horas? ¿Cómo pueden los sindicatos y asociaciones de periodistas apoyar a sus periodistas en temas de seguridad? Todo ello nos lleva a la necesidad de establecer una cultura de seguridad y unos esfuerzos coordinados para garantizar la salud y la seguridad de los y las periodistas
Para ello, los días 4 y 5 de julio de 2022, la Federación Europea de Periodistas (FEP) organizó el taller “¿Cómo construir una cultura de seguridad en los medios? Política de seguridad de los medios y formación en seguridad” en el Museo de Imagen y Sonido de Hilversum, Países Bajos. Allí, representantes de los diversos sindicatos que forman la FEP, entre ellos la FeSP, compartieron buenas prácticas sobre la cultura de seguridad en los medios mediante el análisis de las políticas e iniciativas por parte de medios de comunicación, organizaciones sindicales y estados existentes, así como sobre la concienciación en seguridad de sindicatos y periodistas. El evento se organizó en colaboración con la Asociación de Periodistas Holandeses (NVJ) y el Museo de Imagen y Sonido y estuvo financiado por la Comisión Europea.
Reveladores resultados de la encuesta Safety4Journalists
Para empezar, el investigador Marc Gruber presentó los resultados de la encuesta “Seguridad para periodistas” realizada por la FEP donde 290 periodistas de toda Europa contestaron a una serie de 55 preguntas sobre su percepción del riesgo y los retos a afrontar referentes a seguridad durante ejercicio de su trabajo, así como sobre las necesidades de formación sobre seguridad. Una de las conclusiones de la encuesta es que a pesar de que los que respondieron tenían perfiles muy variados (de diversos países, de diferente edad, de medios públicos, en plantilla, free-lances…) todos compartían la misma visión y preocupación por la seguridad. Otra conclusión es la falta de formación sobre seguridad, sobre todo en relación a los y las freelances, y la falta de consideración de los efectos psicológicos de los incidentes sobre los periodistas, que se sienten aislados e incomprendidos, así como que el lugar de trabajo es percibido como el de mayor riesgo para muchos de los y las profesionales de los medios, que se sienten vulnerables en su trabajo diario. También que lo que más reclaman los profesionales son medidas de prevención y una formación en seguridad actualizada.
Cabe destacar que un elemento relativamente novedoso de amenaza contra los y las periodistas lo constituyen el ciberacoso o las amenazas online (un 37% de los que respondieron expresaron haber sufrido “incidentes digitales”), que tienen un claro sesgo de género ya que los sufren principalmente las mujeres periodistas, así como otros incidentes contra su seguridad com el discurso de odio o el acoso sexual. Y si hay alguna amenaza ampliamente extendida por toda Europa esta es la de los incidentes legales, que han sufrido 41% de los participantes en la encuesta, siendo la difamación la principal amenaza.
Por otra parte, es preocupantes que, en caso de incidentes de seguridad, muchos no confían en que su medio de comunicación les vaya a proteger e incluso, en algunos casos, como en varios países del Este de Europa, los periodistas tampoco confían en las autoridades públicas para protegerlos ya que a veces forman parte de sus amenazas. Así, los sindicatos y organizaciones de periodistas son los espacios de los que más se espera que provean asistencia, consejo y apoyo legal; algunos sindicatos si proporcionan varios servicios de apoyo, pero estos requieren de unas habilidades y condiciones específicas además de recursos financieros que muchos no pueden asumir, como se hace patente cuando se enfrentan a los casos de demandas legales contra un/a periodista.
La seguridad de los periodistas: el papel clave de Estados, empleadores y sindicatos
Uno de los debates del seminario fue alrededor del papel del Estado y las autoridades para crear un entorno segura para los y las periodistas; aquí Katia Mierzejewska de la organización Article 19 Europe presentó el Directorio de Iniciativas de Estados para proteger a los periodistas en Europa (https://www.article19.org/resources/europe-directory-to-protect-journalists/) para que tanto peridistas como organizaciones profesionales y sindicales puedan conocer los diferentes recursos disponibles a nivel de cada Estado Europeo. Así, hay varios países europeos que por ejemplo cuentan con Planes de Seguridad Nacional para periodistas, como en el caso de Reino Unido, Dinamarca o Holanda, y que implican, por ejemplo, a actores claves como las fuerzas policiales. En este sentido, la FEP presentó en el marco de la conferencia Media Freedom Rapid Response este pasado año una serie de recomendaciones a la Comisión Europea sobre la seguridad de los periodistas y trabajadores de los medios: https://europeanjournalists.org/blog/2021/04/21/joint-submission-for-the-european-commission-recommendations-on-the-safety-of-journalists/ )
Estas se incorporarán a las recomendaciones a los Estados miembros anunciada en el Plan de Acción Europeo para la Democracia, que buscará garantizar la implementación específica de una serie de requisitos establecidos en las Recomendaciones del Consejo de Europa sobre la protección del periodismo y la seguridad de los periodistas https://search.coe.int/cm/Pages/result_details.aspx?ObjectId=09000016806415d9#_ftn1
Pero la colaboración entre el ámbito público-estatal, medios y organizaciones sindicales y profesionales se hace necesaria para abordar de manera más efectiva la seguridad de los profesionales de la información; así, se presentó como buena práctica la iniciativa Persveilig (https://www.persveilig.nl/) de Holanda, que desde el 2019 es la plataforma financiada principalmente por el gobierno holandés e impulsada por el Sindicato de periodistas holandés que aúna la colaboración de Estado, sindicatos, policía, justicia y medios de comunicación para actuar por la protección de los periodistas.
Así, ofrecen cursos de formación, empezando por los estudiantes de periodismo, ofrecen un “tool-kit” de apoyo específico a los freelances y cuentan con una “hotline” o línea de teléfono y un “helpdesk” virtual para dondes hasta ahora se han reportado 72 incidentes contra la seguridad de los profesionales de los medios. Cabe destacar que a su presupuesto contribuyen los operadores audiovisuales públicos y también los medios privados, presionados por el Estado holandés a través de su Ministerio de Medios, Cultura y Justicia.
En el caso de Alemania, sin embargo, se ha optado por presionar a los empleadores/medios a responsabilizarse más en la respuesta a los incidentes de seguridad de los periodistas. Por ello, un alianza de organizaciones y sindicatos de periodistas y de instituciones relacionadas con la información lanzaron el Código de protección http://schutzkodex.de/ para empresas de medios de comunicación en Alemania en la primavera del 2021, y que incluye las medidas de protección que las empresas que lo firman deben implementar para proteger tanto a sus trabajadores de plantilla como a los colaboradores. El código incluye una docena de medidas prácticas, como una persona de contacto fija o apoyo legal y psicológico para los afectados por violencia verbal o física. Medios de referencia como Die Zeit, TAZ, SPIEGEL o el Frankfurter Rundschau ya lo han firmado.
Por su parte, diferentes organizaciones profesionales y sindicatos de periodistas, cuyo papel se destacó por su importancia a la hora de incluir las medidas de seguridad en la negociación colectiva y en los convenios del sector, están impulsando diferentes medidas para la protección de los y las profesionales de la información. Así, se presentó la Rory Peck Trust (https://rorypecktrust.org/), una ONG basada en el Reino Unido, que es la única ofrece asistencia a periodistas freelance de todo el mundo, a través de apoyo financiero, formación y asesoría en seguridad o recursos online, entre ellos un servicio de asistencia por geolocalización. En Reino Unido e Irlanda la National Union of Journalists (Sindicato nacional de periodistas) https://w ww.nuj.org.uk/ ha lanzado un Kit de herramientas digital sobre seguridad que provee con las principales recomendaciones sobre seguridad a través de una aplicación móvil visual y práctica y unos módulos de formación online para concienciar y familiarizar a los periodistas y a los estudiantes de periodismo sobre los temas de seguridad y acoso online.
Otros sindicatos europeos, como la AJP (https://www.ajp.be/) (Asociación de periodistas profesionales) de Bélgica, ha apostado por ofrecer un servicio de apoyo psicológico permanente para que los y las periodistas que sufren amenazas o acoso no se sientan solos/as y también por la formación presencial y online sobre seguridad y prevención del ciberacoso, o en el caso de la DJV (Sindicato de periodistas alemán) (https://www.djv.de/startseite) de Alemania, ofrecen una línea de teléfono específica para reportar incidentes y también un carnet acreditativo reconocido por las fuerzas policiales para la cobertura de manifestaciones y otros eventos.
Pero, a parte del importante papel de las organizaciones sindicales, se resaltó que es clave que las empresas y medios de comunicación se hagan responsables de la seguridad de los y las periodistas, en plantilla y colaboradores y de que los Estados desarrollen mecanismos legales y legislativos para asegurar la labor, cada vez con más riesgo, de los profesionales de la información.