Es la cuarta que presenta contra él y se basa en una figura jurídica de las ‘Siete Partidas’ de Alfonso X el Sabio, que ya no se utiliza
La Audiencia Provincial de Madrid ha desestimado otra demanda del Reino de Marruecos contra el periodista Ignacio Cembrero, quien señaló a los servicios secretos marroquíes como responsables del espionaje a él y otras personas mediante el pirateo de sus teléfonos móviles con el programa malicioso Pegasus, de fabricación israelí.
Marruecos presentó esta demanda por una «acción de jactancia» por parte de Cembrero. Esta figura jurídica procede de las Siete Partidas de Alfonso X el Sabio, del siglo XIII. Se utilizó en la Edad Media para defenderse de una ostentación pública cometida contra un tercero al que le ocasionaba un perjuicio económico, jurídico o moral, y se podía condenar al silencio perpetuo a la persona que había hecho la ostentación.
Aunque esa figura no ha sido derogada expresamente, ya no se aplica porque es más efectivo recurrir a la Ley Orgánica 1/1982, de protección civil del derecho al honor, la intimidad personal y familiar y la propia imagen. Así lo indican los tres magistrados de la sección 15 de la Audiencia Provincial, que han confirmado la sentencia que dictó el Juzgado de Primera Instancia número 72 de Madrid en marzo de 2023. Cembrero ha sido defendido por el abogado Javier Sánchez Moro.
Recuerdan en su sentencia que, según la jurisprudencia del Tribunal Supremo, «la vigencia de la acción de jactancia se encuentra en entredicho» y está «trasnochada», e incluso cuestionan «la posibilidad actual de una condena al silencio» que es la que solicitó el abogado Ernesto Díaz-Bastien en representación de Marruecos. Añaden que la vía correcta para realizar esta reclamación es la citada Ley de protección del derecho al honor, pero Marruecos no puede acogerse a ella porque «las entidades de naturaleza jurídico-pública no son titulares del derecho al honor» en España ni en el resto de Europa.
La sentencia, según informa Ignacio Cembrero en El Confidencial, enmarca las declaraciones que él hizo en el escándalo que provocó el espionaje a través de Pegasus. Él figuraba en la lista de espiados, según una investigación del consorcio Forbiddens Stories, integrado por 17 prestigiosos periódicos de todo el mundo.
“En dicho contexto [del escándalo Pegasus] el Sr. Cembrero al ser entrevistado” por diversos medios “(…) explicó quién vende el programa, a quién y para qué y, atendiendo al hecho de haber desarrollado su profesión de periodista en la zona del Magreb y Oriente Próximo, manifiesta que en su caso el único país que pudiera estar interesado en espiarle sería Marruecos”, indica la sentencia como justificación de las declaraciones que hizo.
«Sus manifestaciones han de ser valoradas en su conjunto, no extrayendo frases aisladas en que fundar el relato fáctico de la acción», añaden los magistrados. Condenan al Reino de Marruecos a pagar las costas judiciales, pero puede invocar la inmunidad diplomática para no abonarlas y también puede recurrir ante el Tribunal Supremo.
El Reino de Marruecos y un empresario vinculado al servicio secreto exterior marroquí han denunciado cuatro veces a Cembrero en los tribunales desde 2014, por las vías penal y civil, y todas ellas han sido archivadas y han dado la razón al periodista. Es un caso claro de demanda estratégica contra la participación pública (Strategic Lawsuits against Public Participation, SLAPP).
El pleno del Parlamento Europeo aprobó el 19 de enero de 2023 una resolución en la que instó a las autoridades de Marruecos a dejar de hostigar por vía judicial a Ignacio Cembrero. Sólo votaron en contra los eurodiputados de la extrema derecha francesa del Reagrupamiento Nacional y los socialistas españoles. Pedro Sánchez justificó ese voto en contra porque los socialistas no compartían algunos elementos incluidos en la resolución.
En febrero último, el Parlamento Europeo aprobó una Directiva anti SLAPP que sí fue apoyada por los europarlamentarios socialistas. La Federación de Sindicatos de Periodistas (FeSP) participa activamente en la Coalición contra las SLAPP en Europa (CASE), junto con la Fundación Internacional Baltasar Garzón (FIBGAR), la organización internacional Article 19, Greenpeace y Xnet.










