El fallo determina que fue una acción organizada por sus dirigentes para ahorrarse despidos en una reestructuración empresarial. 19 empleados se suicidaron.
Por primera vez un tribunal francés ha reconocida el «acoso institucional» y en base a ello ha condenado al ex jefe de France Télécom, Didier Lombard, y dos ex ejecutivos, Louis-Pierre Wenès y Olivier Barberot, a un año de cárcel. La compañía, ahora Orange, recibió una multa de 75.000€. Otros cuatro ejecutivos fueron declarados culpables de complicidad y recibieron sentencias de cuatro meses y multas de 5.000€.
La acción de la empresa se considera dolosa por haber aplicado una política de reestructuración de la plantilla que se vincula a 19 suicidios y 12 intentos de sus empleados que el tribunal considera motivados por la depresión que les produjo esa práctica empresarial en el decenio de 2000. Los métodos aplicados para lograr que miles de empleados abandonaran la empresa “crearon un ambiente de inseguridad y angustia que desestabilizó a un buen número de asalariados y condujo a algunos a quitarse la vida.
La acusación y la condena se centraron en el “acoso moral” organizado ‘a escala empresarial por sus dirigentes’. El Código penal francés define el acoso moral como la acción de ‘acosar a otras personas con palabras o comportamientos repetidos que tengan por objeto o efecto una degradación de las condiciones laborables susceptibles de atentar contra sus derechos y a su dignidad, alterar su salud física o mental o comprometer su futuro profesional’.
La sentencia puede crear un precedente que obligue a las grandes compañías a tener en cuenta la salud mental los trabajadores al aplicar sus planes.










