En Uruguay, el actual director de la Biblioteca Nacional, pretende blanquear la persecución contra artistas e intelectuales durante la última dictadura militar que asoló ese país.
Un grupo de personas comenzó una recolección de firmas por change.org expresando su «sorpresa» ante las afirmaciones realizadas por Valentín Trujillo, director de la Biblioteca Nacional. En una actividad de la Fundación Mario Benedetti (FMB) el pasado 12 de mayo, Trujillo dijo que «la dictadura en Uruguay también tuvo sus programas de apoyo a la cultura. Con todos los problemas políticos, sociales, legales y demás que tuvo la dictadura en el Uruguay, también tuvo sus programas de apoyo a la cultura. Sería tonto negarlo. Así lo expresó expresó en la mesa de los diálogos colectivos sobre la situación de los escritores y escritoras en el Uruguay.
Tras esas declaraciones, los firmantes de la denuncia señalan: Claro que hubo creación artística y cultural, valiente, decidida, pero a pesar de las prohibiciones, persecuciones, prisiones y censuras que la dictadura imponía.
Hubo cultura pese a la dictadura, no gracias a ella, sino como resultado del apoyo de los ciudadanos y ciudadanas que respaldaron la cultura democrática. Nada de lo que hayan propiciado desde el régimen – esencialmente arte obsecuente y de espaldas al sufrimiento de los uruguayos -, oculta la magnitud del desastre que originaron en el entramado cultural y educativo uruguayo. Esa destrucción sistemática tiene un impacto que llega hasta nuestros días, agregan.
Los firmantes sostienen que el director no nombra cuales eran esos programas de supuesto apoyo a la cultura: ¿Se refiere el director a la clausura de prensa, la prohibición de artistas, la vigilancia en las salas?.
Desde la fundación, señalan que los dichos de Trujillo que obligan a recordar que la FMB es una institución creada en vida por Mario Benedetti para la promoción de los DDHH, con hincapié en todas las heridas y consecuencias que conllevó la dictadura, además del apoyo a los escritores/as nacionales».
«De más está decir que Mario fue perseguido por la dictadura y amenazado de muerte al igual que cientos de artistas, y que hasta sus últimos días luchó contra esas barbaries. Nos es importante recordar, a la vez, lo que significó la contracultura, esas voces de la cultura en resistencia que constituyeron una valiente herramienta de creación en el ámbito teatral, musical y poético, concluye la fundación.










